El capítulo se divide en dos partes. La primera está dedicada a la enfermedad de Parkinson (EP) y demencia con cuerpos de Lewy y la segunda a taupatías. Las primeras tienen en común el depósito de α-sinucleína nitrada, fosforilada, oxidada y con alteraciones de solubilidad y de agregación, que constituye, junto con la ubicuitina, la proteína principal de los cuerpos de Lewy. Las taupatías tienen en común la acumulación de tau hiperfosforilado y de formas truncadas de tau en las neuronas, astrocitos y células oligodendrogliales. En ambos grupos se trata, por tanto, de enfermedades con agregados anormales de proteínas. La sintomatología clínica es variable. En la EP y demencia cuerpos de Lewy, el aspecto dominante es la alteración motora de tipo parkinsonismo con o sin demencia, junto con otras manifestaciones como pérdida del olfato, disautonomía y trastornos del sueño. Las alteraciones clínicas en las taupatías son principalmente en forma de demencia, junto con trastornos del movimiento.
La parte de EP y demencia con cuerpos de Lewy se desarrolla como tema y se acompaña de una serie de figuras, mientras que la parte de taupatías se deja como archivos en PDF –Taupatías, PD-DLB (enfermedad de Parkinson-demencia de cuerpos de Lewy) y LBDs-DLB (enfermedades con cuerpos de Lewi-demencia con cuerpos de Lewi)–, disponibles en la plataforma del curso.
- Profesor: Isidro Ferrer Abizanda
La parálisis supranuclear progresiva (PSP) es el parkinsmo atípico más frecuente. Desde el punto de vista patológico, es una taupatía con cuatro repeticiones que afecta principalmente a neuronas y glía en los ganglios basales y el mesencéfalo. Clinicamente, se presenta con varios fenotipos que corresponden a la distribución de la patología, el más predominante de los cuales es la presentación clásica (PSP-Richardson), que se caracteriza por inestabilidad postural con caídas, seguidas de parkinsonismo simétrico, que no responde al tratamiento dopaminérgico, con poco o sin temblor, y rigidez predominantemente axial en lugar de apendicular. El enlentecimiento de los movimientos oculares sacádicos en la mirada vertical y la desaparición del componente rápido del nistagmo optocinético en la mirada vertical que preceden a la parálisis supranculear vertical permiten su diagnostico clínico. Otros fenotipos incluyen la presentación con un parkinsonismo asimétrico que responde inicialmente a la levodopa (PSP-P), congelamiento primario y progresivo de la marcha, síndrome corticobasal, afasia no fluente progresiva y síndrome frontal. Los exámenes de laboratorio, incluyendo radiografías, apoyan al diagnóstico y ayudan a descartar otras enfermedades. El tratamiento, en la práctica, sigue siendo sintomático pero tratamientos experimentales recientes con anticuerpos contra la tau no han sido efectivos a pesar de que, como otros, han sido beneficiosos en animales. Por otro lado, se están desarrollando tratamientos con anticuerpos en contra de otras áreas de la tau y tratamientos genéticos. La investigación actual también se concentra en la identificación de marcadores biológicos que puedan ayudar a diagnosticar la PSP en estadios tempranos.
- Profesor: Irene Litvan
La atrofia multisistémica (AMS) es una enfermedad neurodegenerativa esporádica, de presentación en el adulto, progresiva, de causa desconocida, que se caracteriza por la presencia de una combinación de parkinsonismo, síntomas autonómicos y cerebelosos en cualquier combinación. Cuando predominan los síntomas parkinsonianos, el trastorno se denomina AMS-P. Cuando la ataxia cerebelosa es el síntoma clínico dominante, el trastorno se denomina AMS-C. Prácticamente todos los pacientes presentan a lo largo de la evolución síntomas autonómicos. El término AMS fue acuñado por Graham y Oppenheimer en 1969 para unificar las entidades conocidas como síndrome de Shy-Dragger, degeneración estrionígrica y la degeneración olivopontocerebelosa esporádica [1]. Veinte años después se identificaron las inclusiones citoplasmáticas gliales características de la enfermedad, que se encuentran en múltiples estructuras del sistema nervioso central y cuyo componente fundamental es la alfasinucleína [2]. Además, la AMS, desde el punto de vista patológico, se caracteriza por pérdida neuronal con gliosis reactiva en estructuras estrionígricas y olivopontocerebelosas. Aunque la etiología es desconocida, al parecer se trata de un trastorno de la alfasinucleína, como la enfermedad de Parkinson y la demencia por cuerpos de Lewy. El diagnóstico clínico de la AMS se definió por consenso en 1998 y los criterios diagnósticos fueron posteriormente revisados en 2008 [3]. En los últimos años estamos asistiendo a unos avances importantes en el conocimiento de la patogenia de la AMS y las nuevas técnicas de imagen ayudan en el diagnóstico de esta entidad. Sólo disponemos en la actualidad de tratamiento sintomático para los síntomas parkinsonianos y autonómicos, pero el objetivo es lograr estrategias terapéuticas que puedan modificar la evolución de la enfermedad y que mejoren la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes.
- Profesor: Julia Vaamonde Gamo
- Profesor: Lydia Vela Desojo
La degeneración corticobasal es un síndrome clinicopatológico infrecuente, de etiología aún desconocida, asociado al depósito de la proteína tau fosforilada isotipo 4R. Puede presentarse como un trastorno del movimiento o con síntomas y signos de atrofia cortical focal y deterioro cognitivo.
A la clínica clásica del trastorno del movimiento descrita por Rebeiz en 1968 se denomina hoy síndrome corticobasal. Sus manifestaciones cardinales son un síndrome rigidoacinético asimétrico asociado a datos de afectación cortical, como apraxia, afasia y mioclonías focales reflejas. Los estudios anatomopatológicos han puesto de manifiesto que bajo ese síndrome subyace una neuropatología heterogénea.
A la inversa, si se analiza el cuadro clínico de los pacientes con un diagnóstico anatomopatológico de degeneración corticobasal, se observa también una gran heterogeneidad. Todo ello, junto con la ausencia de biomarcadores específicos, hace que la sensibilidad y especificidad del diagnóstico de degeneración corticobasal sean bajas o moderadas.
A pesar de que actualmente no existe una terapia para tratar esta enfermedad o retrasar su curso, se están ensayando diferentes terapias dirigidas a la proteína tau. Por lo tanto, identificar posibles biomarcadores y delinear el cuadro clínico de la degeneración corticobasal cobra cada día mayor importancia.
- Profesor: Beatriz Tijero Merino
- Profesor: Juan José Zarranz Imirizaldu
Si bien es cierto que la enfermedad de Parkinson constituye las tres cuartas partes de los parkinsonismos atendidos en clínicas especializadas, los parkinsonismos secundarios son casi tan frecuentes como los parkinsonismos plus o degenerativos. Existen diversas causas de parkinsonismos secundarios, desarrollándose en este capítulo los de naturaleza medicamentosa, traumática, tóxica, vascular y por hidrocefalia. Cada categoría presenta particularidades clínicas características y, en algunos casos, los exámenes auxiliares (tomografía axial computarizada o resonancia magnética nuclear) son imprescindibles. Causas poco frecuentes, como infecciosas o metabólicas, no se han considerado en la presente revisión.
- Profesor: José Rafael Chacón Peña
- Profesor: Carlos Cosentino Esquerre