Resumen: Abordar los trastornos del sueño desde su epidemiología y clasificación nos pone frente a alteraciones médicas poco frecuentadas por los médicos no dedicados especialmente a la medicina del sueño.

Hay trastornos del sueño que no son percibidos por quien los padece, pero que los sufren quienes están próximos a ellos, como ocurre con la mayor parte de los roncadores. En otros casos, el trastorno lleva a situaciones de angustia extrema, como les sucede a los insomnes o como quienes padecen sonambulismo, pesadillas, etc. A veces, la alteración se presenta en edades muy tempranas y perturba a bebés y niños, y también a sus padres. Hay situaciones que se relacionan con los horarios laborales y que provocan problemas en diversas esferas de la vida individual y social.

Las investigaciones de estas alteraciones del ciclo vigilia-sueño han producido información trascendente en el ámbito de la epidemiología. También se generaron diferentes clasificaciones de los trastornos del sueño que resultaron de gran utilidad para el conocimiento, el abordaje y el tratamiento de éstos, especialmente en la medicina del sueño.

En cuanto al sueño como método de exploración en algunas enfermedades, existen numerosas patologías que habitualmente se exploran únicamente durante la vigilia, en las cuales los trastornos del sueño o las patologías ligadas a ellos pueden estar presentes, además de otros síntomas, y contribuir tanto a la gravedad como a la evolución de la enfermedad. En estos casos, el estudio del sueño puede ayudar al conocimiento de las enfermedades en cuestión y orientar la decisión terapéutica.

En el presente tema se abordará el estudio del sueño en la fibromialgia, la disautonomía, la impotencia y la epilepsia: las características especiales que encontramos en el sueño en dichas entidades, la metodología del estudio en cada una de ellas y su utilidad en el diagnóstico, la evolución, el pronóstico y, en ocasiones, el tratamiento.