El impacto de la genética en el comportamiento ha sido motivo de controversia a través de los años. Se ha propuesto que muchos genes contribuyen a las variaciones individuales en el comportamiento y la cognición tanto en animales como en seres humanos. La explosión de la era del genoma humano, acompañada por el desarrollo de técnicas genético-moleculares altamente sofisticadas, ha permitido grandes avances en nuestro entendimiento del rol de los genes en el comportamiento. Por ejemplo, estudios de variaciones genéticas en familias o en muestras poblacionales han generado el descubrimiento de ciertos genes específicos que determinan rasgos de comportamiento en seres humanos, como la agresividad y la tendencia a la ansiedad. Por otro lado, estudios genético-moleculares en modelos animales como los roedores y las moscas han permitido la realización de estudios que han afinado nuestro conocimiento con respecto a cómo los genes influyen en el comportamiento. Los procesos cognitivos de aprendizaje y memoria se han estudiado bastante bajo el contexto de la genética. La formación de memorias perdurables en el cerebro requiere de procesos de regulación de expresión génica, como la transcripción y la traducción. Genes codificantes de activadores de expresión génica se han asociado en diversas especies de animales, incluyendo humanos, a procesos cognitivos, especialmente los relacionados con la formación de memorias duraderas. Tales descubrimientos han estimulado el estudio de diversos mecanismos reguladores de expresión y función génica, algunos de ellos con implicaciones enormes respecto a nuestra percepción de cómo el cerebro procesa, almacena y utiliza información relacionada a experiencias. Con todo, la identidad de los genes que impactan diversos tipos de comportamientos y cuyos productos podrían estar implicados en la herencia de trastornos mentales es aún desconocida en su mayor parte. Las investigaciones que se están llevando a cabo en estos momentos contribuirán a un esclarecimiento más específico y completo de cómo la genética influye en el comportamiento.